¿Has compartido el video de la pelea?

Por Txema González

Ayer entre las notificaciones de Facebook de nuestros contactos vimos una que incluía un video en el que se denunciaba algo; bullying, un caso de acoso entre chavales de 10 a 12 años.

Al dar al Play vimos una pelea en los baños de un centro escolar, o más bien, a una persona amenazando a otra, sujetando a su sparring con una mano, estrujándole el cuello, mientras con la otra le golpeaba en el estómago y en la cara; para terminar, le regala una patada y acaba mirando a la cámara sonriendo.

Por cierto, la media docena de compañeros que estaban en ese baño con ellos no hacían nada; perdón, algunos sí hacían algo, grabarlo con el móvil y sonreír.

En otras ocasiones hemos tocado estos temas, la violencia y las peleas difundidas por Internet, así que hemos decidido hacerlo de una manera diferente, con una mini encuesta.

Le enviamos estas cinco preguntas a nuestro contacto que compartió el video:

1. ¿Cómo te ha llegado el video de la pelea?
2. ¿Qué te ha pasado por la cabeza al verlo?
3. ¿Por qué lo has compartido?
4. ¿Has dejado algún comentario en el video?
5. ¿Has denunciado el video?

Su sorpresa ante la misiva le hizo preguntarnos:

“¿Es un montaje, es falso? Ya me la han colado…”

Acabo respondiéndonos así:

1. “Por un contacto de Facebook”
2. “Indignación”
3. “Para malear públicamente al abusón”
4. “Y sonríe, encima está orgulloso de su poder. A este le dejaba pegado a la pared como una mosca”.
5. “No he denunciado el video”

Al final le pedimos, abusando de su infinita paciencia, que respondiera una última pregunta, pero… mejor la dejaremos para el final.

Si te apetece y has visto algún video similar al descrito, ¿nos podrías dejar tus cinco respuestas, en los comentarios, antes de seguir leyendo? No queremos influirte en tus respuestas.

Vamos a analizar las consecuencias que ha traído la publicación de este video.

[Actualización]

Una semana después estas son las cifras de visionados, veces compartido y comentarios.

El video sigue en Facebook, las denuncias parece que no hacen efecto.

[Fin actualización]

Ayer llevaba más de 7 millones de visionados, y se había compartido en Facebook más de 250.000 veces. Junto al video se facilitaba la identificación del niño abusón, el nombre del colegio donde fue grabado (privado), e incluían el comentario de que era hijo de un empresario importante.

¿Os podéis imaginar el tipo de comentarios que dejaban las personas que lo veían?

 Insultos al agresor, a su padre y sobre el centro de estudios críticas de todo tipo. El de nuestra amiga era de los más livianos.

Algunos ejemplos:

• “Es un reprimido sexual”
• “Deberían de inmediato es expulsar a semejante escoria”
• “La justicia/karma le devolverá a ese bestia con creces lo que ha hecho al pobre niño”

Este último comentario nos hizo iniciar una búsqueda en Facebook por el nombre del niño agresor y nos encontramos con media docena de perfiles falsos.  Usados para insultarle y/o amenazarle, con memes y fotomontajes vejatorios con su cara, extraída del video.

También ha sido subido a YouTube y compartido en Twitter, plataformas donde también se está opinando. ¿Cuántas veces habrá sido compartido en WhatsApp?

Le están acosando. La persona agresora ha quedado expuesta, ¿qué futuro le espera a este chaval? ¿Su sufrimiento tiene menos valor que el del otro?

A estas alturas del artículo te estarás preguntando ¿dónde está el link para poder ver el video?

Volvemos con el cuestionario, nos quedaba una pregunta por hacer y la respuesta a esta pregunta:

6. ¿Has pensado lo que le puede estar pasando por la cabeza al niño agredido, al ver hecho público el video donde le apalean? Y, ahora que lo has pensado… ¿lo volverías a compartir?

Su respuesta y suponemos que también la tuya:

6. “Mmm…, vaya no, no lo había pensado. Sólo he pensado en que todo el mundo sepa lo que hace el otro… En fin…pensaría en no compartirlo. Pero, ¿cómo denunciar al garrulo?”

La respuesta de didaknet:

Lo que debes denunciar es la difusión de estos videos, JAMÁS COMPARTIRLOS, según lo veas, reportas el vídeo en la plataforma donde esté, para que cese la humillación a la víctima.

Y si además envías el enlace a la policía del país donde suceda el hecho, mejor aún. Las autoridades, y no el público, son quienes deben tomar medidas. Existen protocolos de actuación para casos así, donde TODOS deberán responder por sus actos, por acción o inacción, por grabar o por compartir, por insultar o por comentar.

 Alguien quizás pueda estar pensando:

“Pero gracias a que alguien lo compartió, hoy podemos estar debatiendo sobre este tema e intentando ponerle solución”

El debate siempre es bueno, pero hay que valorar también el sufrimiento que puede acarrearle a las personas implicadas.

Por una parte, la exposición pública de una humillación, sufrida por la primera víctima y por otra parte el escarnio, insultos y amenazas que está ahora sufriendo la segunda víctima.

Porque ahora ambos son víctimas.

En vez de ayudar a una persona, hemos multiplicado su vergüenza al exhibirla en Internet. Además, hemos añadido a otra persona a la lista de humillados y/o acosados.